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Tomás Calvillo Unna

14/02/2024 - 12:04 am

El desprendimiento que antecede

“Hay un estremecimiento: uno de los árboles fundadores está resquebrajado”.

“Tras bambalinas la bailarina”. Pintura: Tomás Calvillo Unna.

I

Es

como si se hubieran soltado

los amarres de la existencia.

Ya nada está contenido…

El avasallamiento,

cuya velocidad implacable

no se advierte:

se sembró dentro de cada uno,

desgajó la voluntad,

que atrapada

incluso ignora

su apropiación y destino:

es el fantasma

que hoy recorre el mundo.

Hay un estremecimiento:

uno de los árboles fundadores

está resquebrajado,

su sombra se recarga en el horizonte

y nos alcanza.

El inconsciente

se propaga por doquier,

amasa su fortuna

en los extravíos de la normalidad,

adherida a su hipnosis.

II

Allá sobre las cúspides

de las intrépidas montañas,

se han alertado,

saben de la conmoción,

se reúnen y advierten,

conversan en voz baja

pareciera que están dispersas,

pero no es así.

Siguen la antiquísima estrategia de la Luz

con sus vocales de plata.

No se van a quedar cruzadas de brazos,

nunca lo han hecho, nunca lo harán.

Sabiamente etéreas se organizan

en una geometría que asiste

con proverbial compasión:

cuidar la semilla de la memoria

que es el árbol de la tierra;

y el ancla en el puerto de la vida.

III

Ellas,

que ahora se reúnen y aconsejan

sobre mares y montañas, valles y ciudades.

Sutiles en su idioma

no rinden la plaza de los cielos.

Ya despertaron sus franjas

permiten ver y orientarnos.

Escucharon

el ulular del viento en la distancia,

y algunas

han preferido esperar.

IV

Hoy no danzan

solo preservan su presencia;

son un vitral inmenso,

donde podemos reconocernos

y tratar de encontrar

nuestro lugar ausente

antes de que perdamos

el rumbo y el camino.

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